viernes, 22 de febrero de 2008

Lección número 1.

Cualquier momento, cualquier día y a cualquier hora alguien puede regalarte unas frases cargadas de realidad capaces de hacer que el mundo y la vida sean vistas desde otra perspectiva completamente distinta. 

Y justo lo que iba a ser una comida en la cafetería más corriente de la facultad, un viernes cualquiera en el que lo único que te preocupa es que las saetas del reloj marquen las 8 para escapar corriendo rumbo a la "no-rutina" del fin de semana, se convierte en algo totalmente distinto.

Porque me sorprende tu racionalidad en momentos críticos en los que yo tiraría la toalla. 

Porque con esas frases y esas verdades con las que nos despiertas muchas veces, nos devuelves de nuevo al mundo real...

Porque aprendo de tí. 

Y porque aprendiendo de tí, aprendo a no mirar las saetas del reloj, aprendo a mirar los problemas a la cara y no de lado con el miedo en la mirada. Aprendo a sentirme afortunada por tenerte, por tener también a Campanilla y a mis otras princesitas de cuento, sin olvidar desde luego a Peter Pan... En definitiva, aprendo a valorar un mundo que todavía no se ha visto demasiado afectado por este caótico día día que a veces nos castiga...

Porque eres increíble, y porque simplemente siendo tu y demostrándomelo a cada instante, tengo ganas de aprender, de luchar... y de seguir admirando a una amiga que lejos de hundirse en malos momentos se levanta, lucha, y camina erguida. 

 

A tí, mi amiga.  

3 comentarios:

Gema Acevedo dijo...

Quizá muchos no entendais la historia de esta entrada. es algo personal... pero quería compartir con vosotros la entereza de esta gran amiga...

Espero que os guste!

Anónimo dijo...

Porque una tiene ganas de luchar cuando ve que no está sola, cuando siente que tiene a alguien que le acompaña en todo momento.

Porque ella sola no podría.

Porque a veces no explica nada y es comprendida. Porque es ayudada a levantar cabeza y a seguir hacia delante.

Porque sin ti no podría.

Cenicienta

Lucía Rabanete dijo...

Ojalá yo fuera una de las que leyera esta historia y no la terminara de entender... Y ojalá yo pudiera vivir en ese cuento de princesas, levantarme mañana y ver que todo es diferente. Pero la vida te enseña a mirar a los problemas de frente y a seguir caminando hacia delante cueste lo que cueste.
Porque a veces me gustaría no ser tan racional ni tan entera, porque a veces me canso de luchar y porque a veces quiero tirar la toalla...Pero sería lo más fácil. Porque si lo pienso friamente es una especie de reto que debo de superar.
La vida te pone 1000 piedras en el camino únicamente para que te levantes y te levantes con muchas más fuerzas.
Y pasito a pasito me he levantado...Y porque por supuesto, gente (entre ella tú) me ha cogido de la mano para que me levante.
Gracias por todo.